Evento: La memoria de Enrique Servín

Enrique Servín, una figura emblemática en la sociedad chihuahuense, dejó un legado imborrable que sigue resonando en el corazón de la comunidad a pesar de su partida. Su influencia y contribuciones han sido fundamentales para el desarrollo cultural y social de Chihuahua.

Es por esto que el Gobierno Municipal de Chihuahua a través del Instituto de Cultura del Municipio invitan a celebrar la Memoria de Enrique Servín este 29 de enero en el Museo Sebastian a las 18:00 hrs un evento en el que encontraremos Poesía, Música y Teatro.

Aunque físicamente ya no está presente, su espíritu perdura en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y en la huella que dejó en la escena cultural y social. Su obra y legado continúan inspirando a nuevas generaciones a comprometerse con el bienestar de la comunidad y a valorar la identidad cultural de Chihuahua.

Enrique Servín no solo fue un líder cultural, sino también un amigo y guía para muchos.

Enrique Servín no solo fue un líder cultural, sino también un amigo y guía para muchos. En su aniversario, recordamos no solo sus logros, sino también la pasión y el amor que dedicó a su tierra natal. Su presencia sigue viva en la esencia misma de Chihuahua, recordándonos la importancia de preservar y enriquecer nuestra identidad cultural para las generaciones futuras.

Mulaka – Videojuego by Lienzo

Lienzo es un estudio chihuahuense de desarrollo de videojuegos. Su objetivo es crear experiencias de calidad en dicha industria creativa internacional. El estudio basa su operación considerando que los videojuegos son el medio supremo para contar historias y, a su vez, buscan dejar una marca en las vidas de los jugadores.

MULAKA y la participación de Enrique Servín

Mulaka se diseñó con la ayuda de renombrados antropólogos y líderes Tarahumara para poder capturar la esencia de la cultura en el juego. Desempolvamos libros, recuperamos textos y leímos bitácoras olvidadas para extraer los elementos más jugables, así como los mitos y cuentos más geniales para luego grabarlos en la lengua Tarahumara. Contamos también con la asesoría de nuestro amigo y colaborador Enrique Servín, poeta y promotor cultural, ganador del Premio Internacional de Mito, Cuento y Leyenda «Andrés Henestrosa». Además, Mulaka es respaldado económica y culturalmente por ICHICULT (Instituto Chihuahuense de la Cultura) y el fondo YOREME.

Enrique Servín con miembros de Lienzo. 2016

A continuación compartimos videos que nos hizo llegar Lienzo y en donde Enrique Servín tiene participaciones discutiendo la temática, los elementos del juego y su inspiración en la cultura tarahumara.

Participación de Enrique en el video en donde se habla de la cultura tarahumara.
Participación de Enrique en el video hablando sobre las creaturas del juego

Descripción del Juego

Adéntrate en los escenarios apantallantes del norte de México en Mulaka, un juego de acción y aventura en 3D basado en la cultura indígena Tarahumara. Reconocidos por sus impresionantes habilidades para correr, embárcate en la aventura de un Sukurúame – un chamán Tarahumara – y pelea contra la maldad corrompiendo la tierra mientras usas los poderes de los semidioses. Desde resolver acertijos en ambientes inspirados por ubicaciones reales de la Sierra Tarahumara hasta combate mano a mano con criaturas tomadas directamente de la mitología de la región, aprende por qué los Tarahumaras se han ganado una reputación por ser súper humanos.


Para más información acerca de Mulaka y Lienzo haz click aquí.

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Cuaderno de Abalorios /Un aforismo es un ensayo brevísimo – por Noel René Cisneros

Un aforismo es un ensayo brevísimo, dice Enrique Servín en este Cuaderno de Abalorios y mientras se avanza por sus páginas no podemos si no darle la razón. El autor también nos dice: Entre un aforismo y un ensayo hay la misma diferencia que entre un rifle y una cerbatana. Sin embargo… y nos deja a nosotros con el problema de resolver la cuestión y así me quedo pensando en el rey David que, siendo un simple pastor, con una honda fue capaz de vencer a Goliat; lo muy pequeño vence a lo muy grande.

 ¿Cuáles son los caminos que lo diminuto tiene para vencer? Herir en un punto específico, en la piedra de toque que hará que el edificio, con un solo golpe se venga abajo. En un solo movimiento, en la lectura, el aforismo debe cautivar o no es.

  Los aforismos o son como semillas, que su concreción, su inteligencia, sus ideas, quedan rondando en nuestras cabezas hasta que comienzan a crecer y dan nuevos frutos; o son golpes, que a través de su condensación nos cimbran y transforman, apenas los leemos. Es, en fin, un arte de la condensación.

  En esto el arte del aforista y el perfumero coinciden: la habilidad para extraer esencias, en destilar fragancias, artes del deleite y la primera impresión.

   Quien elige este género lo hace porque es un observador, un observador que constantemente inquiere el mundo: esta vorágine. Quien de ese mar que llamamos realidad logra ver y extraer entre las aguas esas perlas que serán los aforismos.

  El eco de la palabra tesoro resuena en nuestros oídos. La búsqueda de oro; pero, cuidado, el aforista no es un simple gambusino que se le va la vida en la búsqueda de esa veta, de ese placer que lo hará rico. En cuanto a las profesiones dedicadas a los tesoros su labor es más cercana a la del orfebre que trabaja la filigrana, no está interesado en esos sueños que produjeron la fiebre del oro, no le interesa lo voluminoso, lo cuantioso.

  Se trata, entonces, de alguien que ha renunciado a las grandes formas, a los ensayos de largo aliento, antes, es alguien que sabe de la inutilidad que muchas veces implica emprender dichas empresas, cuando en una o dos oraciones pueden comunicar lo esencial. Cuando, luego de su formulación, no es necesario agregar una coma más. Ya nosotros, los lectores, hemos de enfrentarnos a todas las ideas que se desprenden, que germinan, del aforismo.

   Elijo a Borges como mi Dios literario […] nos declara Enrique Servín, en este Cuaderno de Abalorios, y con ello adquirimos una de las claves del porqué eligió este género, el porqué emprendió la tarea de escritura de esta obra. Borges no se dedicó a los grandes géneros, rehuyó a los poemas de largo aliento y a la novela; cultivó, como pocos en lengua española, el cuento. Él sabía que, antes de lanzarse a la redacción de cientos y cientos de páginas, era preferible apenas el delineado de una idea, de una imagen, de un mundo, la insinuación de una filosofía, para que estas existieran, para que el lector les confiriera realidad.

   Enrique Servín, gran lector, aprendió muy bien esta lección, así, para presentarnos su pensamiento, sus preocupaciones y apreciaciones de su estar en el mundo eligió el aforismo. Un hombre que ve el mundo destruirse nos habla —como en Bizancio hace mil quinientos años lo hizo Zósimo el historiador, lamentando el crecimiento del cristianismo—; Servín lamenta la destrucción del mundo y alza su voz contra el capitalismo voraz en que vivimos. Contraponiendo, antes que nada, el humanismo, hacer del homo sapiens un humano, domesticar esta fiera que somos.

   Si aciago es el tiempo que vivimos, que le preocupa a Enrique Servín, el tono con que escribe lejos está de ser aciago, con ese sentido del humor con el que deleita a todos a quienes lo conocen es con el que escribe sus aforismos. Este Cuaderno de Abalorios lejos está de las sentencias admonitorias que se pudiesen esperar de un hijo del desencanto. Su lectura nos hace sonreír, porque su lectura, antes que nada, es un divertimento.

   Un divertimento en que se nos ofrecen espejitos, abalorios, baratijas y nos encontramos con verdaderos diamantes, rubíes y esmeraldas. Servín juega, desde el título (recuérdese que el mismo nos dice: El género literario más corto del mundo es el título) para convocar la imagen de los conquistadores embaucadores que ofrecían sus collares de cuentas de vidrio a cambio del oro aborigen. Pero este Cuaderno de Abalorios es todo menos una colección de baratijas, nos ofrece sus tesoros sin exigir nada, salvo, y quizá sea el todo, reflexionar, porque: Los aforismos son la gota de hiel de la literatura

   Dejo, para concluir, el aforismo que cierra este Cuaderno de Abalorios, el cual nos da una idea muy clara de lo que es este libro: ¿Absolutos? Una gota de agua. La lluvia es la proliferación de los absolutos.

Noel René Cisneros

*Publicado en El Septentrión. Accede aquí.


Still Life – Translation by David Lauer

The good thing about all of this
is that now that whales are gone
(not to mention bears or dolphins)
nothing can stop us from inventing
new whales more to our liking
out of our memory
with deeper calls. Audible
from the beaches
(beautiful: fish and whales jumping
over the Himalayas).


Because while these words scroll forward,
so does the desert
a perfect place for recollection,
vision and mirage.
Because somewhere in the world, at this very moment
trees are falling
and their branches resound, at this very moment.
The trees fall
(while the sitting president
repeats the words in his sleep: democracy
liberty, progress).


The good thing about all this
Is that once the jungles are gone
nothing can stop us from dreaming
up another jungle that is denser,
vaster
and much, much taller.

The Moon in Ciudad Juárez. Recollection. Translation by David Lauer

The moon in Ciudad Juárez. Chinese people stand in line.
A multitude waiting
in line, outdoors, because they want permits, passports.
I discover them. I greet them in broken Chinese. It is enough.
They step out of line, and huddle around me.
I speak of Li Pai and Tu Fu
great names of the past.
One woman recites a poem by heart, full of emotion.
As if she were singing.
She explains a word to me
I do not understand. Again she explains. Then points skyward and when I turn
I understand that she means moon.
The moon, white and blue.
The moon, high above the sprawl
above a grayish suburb in the grayest city.
But it is the same one those great dead people looked upon.
Li Pai and Tu Fu´s moon. The one that future
poets will surely see.
The same one for the Chinese, the timeless one
the one belonging to humankind.
We spoke of this.
We agreed. They share words in Chinese and laugh.
On the other side of their world.
So far away.
Standing in line, in Ciudad Juárez,
flanked by police and metal fences,
at a customs office.

Queen of the Night – Translation by David Lauer

I planted her in a rusty tin
filled with black earth


I let time pass because I was told
that something like a white hand would open
just one night each year


Now I come back to find
a dry corpse hanging
from a most weary stalk


Not a trace of the perfume
everyone spoke so highly of
or the flower´s silver, white light


And, to top it off, a bug
who came too late to sip the nectar
perhaps a bit sad as well